Al revés de lo que pasó en 1939, hordas polacas cruzaron la frontera y asaltaron Berlín mientras escuchaban a Wagner. El resultado fue la conquista de una preciosa ciudad.El viaje comenzó en la estación de Łódź Kaliska, cogimos el tren de puto milagro, pues nos perdimos en el inmenso parque cercano. Eran las 5 de la mañana y no se veía una ostia. Luego en Kutno debíamos de hacer transbordo, pero nos habíamos sobado todos y menos mal que Rubén y Maitane andaban despiertos que si no a saber donde cojones acabamos. Recuerdo estar dormido en otro compartimento y escuchar un grito de: "Hay que despertar a Pello!" y luego corriendo descalzo, con las botas en la mano, al duro pavimento del andén. El resto del viaje fue tranquilo, el tren molaba, teníamos montado nuestro particular txoko.
Ya asentados en Berlín nos pusimos a visitar la ciudad. El Pirulí, la puerta de Brandeburgo, el Reichstag, el Muro, Checkpoint Charlie, el monumento al Holocausto, la sede de la Gestapo... Vamos a poner unas fotillos.Además por las noche nos dábamos un voltio por las calles y la montábamos un poco. Como atestigua este video, en el que se nos ve en una ronda de canciones con unos alemanes.
http://es.youtube.com/watch?v=YMSjqFTQN38
Destacar al Mesías, una alemán muy morado que decía que era un Deutsche Komunist y que se pensaba que yo sabía alemán y le tenía que traducir todo lo que el decía. Vamos, que me tuve que inventar todo. Unas fotos del Mesías.Bueno chabales, nos despedimos con una foto de Joseba con cara de general prusiano. Qué le está pasando a este individuo.
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1 comentario:
Puto Pello!
se te ve en tu salsa, ehh!!! entre cañones y demas!
X aqui todo sigue igual, nada nuevo.
Pues nada tio! sigue asi de bien x allí.
a gozarla!!
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